Los salvaescaleras son dispositivos mecánicos que ayudan a las personas con problemas de movilidad a subir y bajar escaleras dentro del hogar. Suelen instalarse en una escalera y consisten en una silla o plataforma que se desplaza a lo largo de un raíl fijado a la escalera. Son una excelente solución para las personas mayores que tienen dificultades para subir escaleras de forma independiente. Pero, ¿cómo saber si una persona mayor necesita un salvaescaleras? Exploremos este tema con más detalle.

Mayores inmóviles

Si una persona mayor sólo puede desplazarse con la ayuda de una silla de ruedas y hay escaleras en la casa, sólo hay dos opciones: instalar un salvaescaleras o cambiar la distribución de la vivienda para que la persona mayor no tenga que utilizar las escaleras. Sin embargo, a veces una persona puede ser móvil pero no tener una marcha lo bastante estable como para subir las escaleras con seguridad. Es entonces cuando la toma de decisiones se complica un poco.

¿En qué debemos pensar a la hora de tomar decisiones?

El principal factor a tener en cuenta es si la persona mayor tiene dificultades para subir escaleras. Esto puede deberse a diversas causas: artritis, dolor de rodilla o cadera o debilidad muscular. Si observa que una persona mayor tiene dificultades para subir escaleras o experimenta dolor al hacerlo, puede que haya llegado el momento de plantearse un salvaescaleras.

Las escaleras son un peligro

También es importante tener en cuenta el riesgo de caídas. Las caídas son un problema importante para las personas mayores, y las escaleras pueden ser especialmente peligrosas. Si una persona mayor se ha caído por las escaleras en el pasado o si cree que corre riesgo de caerse, un salvaescaleras puede ayudar a mitigar este riesgo. También hay que tener en cuenta la salud general y la movilidad de la persona mayor.

No se olvide de las enfermedades progresivas

Si padece una enfermedad que puede empeorar progresivamente con el tiempo, por ejemplo la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple, un salvaescaleras puede convertirse en una necesidad en el futuro. Si lo instala antes, ayudará a su hijo a mantener su independencia y reducirá el riesgo de lesiones.

También es importante tener en cuenta la distribución de la casa. Si una persona mayor pasa la mayor parte del tiempo en los pisos superiores de la casa, un salvaescaleras puede ser una valiosa inversión. Además, si una persona mayor tiene movilidad limitada y va en silla de ruedas, el ascensor le facilitará el desplazamiento entre plantas sin ayuda.

Cambiar la distribución del hogar

Si por alguna razón no es posible instalar un salvaescaleras en la vivienda, la segunda mejor solución es cambiar la distribución de la casa. Si el dormitorio, el cuarto de baño y el salón de una persona mayor están en la planta baja de la casa, no necesita utilizar las escaleras. El inconveniente de la reorganización es que, aunque una persona mayor tenga todo lo que necesita en una planta, puede optar por subir por las escaleras. Por lo tanto, es muy importante explicarle que no debe utilizar las escaleras. Si padece demencia o Alzheimer, incluso sería mejor encontrar una forma de bloquear el acceso a las escaleras.

No puedo decidir si comprar un salvaescaleras

Aunque tenga toda la información que necesita, no es fácil tomar la decisión correcta. En este caso, lo mejor es ponerse en contacto con los expertos. Con quince años de experiencia en el campo de la enfermería. Atena podemos ayudarle a tomar la decisión correcta.

Las sillas salvaescaleras no son baratas: los precios medios rondan los 3.500 euros y en algunas situaciones pueden ser más caros. No obstante, podemos averiguar si el país en el que vive ofrece ayudas económicas para la instalación de salvaescaleras. Y lo más importante, Atena le ayudará a encontrar el cuidador ideal para su ser querido si ya no puede valerse por sí mismo.