Los lapsus de memoria le ocurren a todo el mundo. Olvidar dónde has puesto las llaves o faltar a una cita puede ser frustrante, pero no siempre tiene por qué significar algo grave. Sin embargo, los problemas de memoria persistentes pueden ser señal de algo más grave, como la enfermedad de Alzheimer. Comprender la diferencia entre el olvido normal y la enfermedad de Alzheimer ayuda a las personas a tomar medidas tempranas.
Los olvidos ocasionales son normales
A medida que envejecemos, el cerebro se ralentiza. Necesita más tiempo para procesar la información y ocuparse de los detalles. El olvido normal incluye:
- Perder objetos, pero recordarlos después
- Olvidar nombres, pero esforzarse por recordarlos
- Faltar a las citas pero afrontar bien la vida cotidiana
- Intentar encontrar una palabra pero recordarla más tarde
Estos momentos ocurren con más frecuencia con la edad, pero no interfieren en la vida cotidiana.
La enfermedad de Alzheimer provoca una pérdida gradual de memoria
La enfermedad de Alzheimer afecta al cerebro de distintas maneras. No sólo ralentiza el recuerdo, sino que también interfiere en el funcionamiento cotidiano. Los signos de advertencia son:
- Olvidar los nombres de familiares o amigos cercanos
- Repetir las mismas preguntas sin recordar las respuestas
- Perderse en lugares familiares
- Problemas con el seguimiento de las entrevistas
- Confundir la hora, las fechas o los acontecimientos
- Dificultades para manejar las finanzas o tomar decisiones
Estos síntomas apuntan a problemas de memoria más profundos que dificultan las actividades cotidianas.
Otros cambios cognitivos en la enfermedad de Alzheimer
El Alzheimer no sólo afecta a la memoria. También cambia los patrones de pensamiento y comportamiento. Puede darse en seres humanos:
- Problemas para planificar o resolver problemas
- Dificultades para seguir las recetas
- Cambios de humor, confusión o frustración
- Pérdida de interés por aficiones o actividades sociales
Estos problemas empeoran con el tiempo, lo que lleva a una mayor dependencia de los cuidadores.
Cuándo buscar ayuda
Si los olvidos interfieren en la vida cotidiana, es necesario acudir al médico. El diagnóstico precoz ayuda al tratamiento, la planificación y los ajustes del estilo de vida. Los familiares y cuidadores deben buscar patrones constantes de confusión y pérdida de memoria.
Cuidar a una persona con Alzheimer es todo un reto. Atena pone en contacto a las familias con cuidadores profesionales que ofrecen apoyo cualificado y compasivo. Tanto si necesitas cuidados durante todo el día como asistencia ocasional, podemos ayudarte a encontrar la solución adecuada. Ponte en contacto con nosotros hoy mismo para asegurarte de que tu ser querido recibe los mejores cuidados posibles.