La risa es algo más que diversión

La risa es agradable, pero también ayuda al cuerpo y a la mente. Reduce el estrés, refuerza el sistema inmunitario y mejora el estado de ánimo. Cuando los cuidadores y los ancianos ríen juntos, se crea confianza y se alivia la tensión cotidiana. Incluso una pequeña sonrisa puede cambiar el ambiente. Una buena carcajada llena los pulmones de oxígeno, relaja los músculos y desencadena la producción de endorfinas. Estos cambios pueden hacer que tanto el cuidador como el anciano se sientan más enérgicos y positivos a lo largo del día. He aquí algunas formas de conseguirlo como cuidador:

Comparte historias y recuerdos divertidos

Hablar de acontecimientos divertidos del pasado es una forma fácil de crear un espacio para la risa. Pregúntale por juegos de la infancia, primeros trabajos o errores graciosos. Cuenta también algo de tu propia vida, algo dulce y divertido. Estas historias muestran tu personalidad y ayudan a crear vínculos más fuertes. Crea un ambiente relajado en el que podáis disfrutar juntos del momento presente sin estrés.

Ver comedias juntos

La risa suele empezar con una buena película o programa de TV. Elige comedias adecuadas a las edades y gustos de ambos. Los videoclips cortos de Internet también funcionan. Ver algo divertido juntos se convierte en una actividad compartida que produce alegría sin esfuerzo. Además, os dará un tema de conversación más tarde.

Utiliza un lenguaje lúdico y un humor suave

No hace falta que seas humorista. Un tono de voz alegre y unos cuantos chistes sutiles suelen bastar. Sé perspicaz y evita el sarcasmo. Los apodos o las adivinanzas sencillas pueden hacerte sonreír. El humor ayuda a aligerar el ánimo incluso durante actividades rutinarias como vestirse o comer. Esto puede convertir las tareas rutinarias en una agradable experiencia compartida.

Ríete de tus propios errores

Cuidar es a veces estresante y se cometen errores. En lugar de frustrarte, intenta reírte. Si se te cae una cuchara o escribes mal una palabra, sonríe. Estás demostrando que eres humano, y la persona mayor se sentirá más relajada. El buen humor ayuda a afrontar los días difíciles con facilidad.

Participa en actividades divertidas

Los juegos, la música o el simple movimiento suelen provocar una risa natural. Jugad a las cartas, bailad o cantad juntos. Estas actividades aportan alegría y activan el cuerpo y la mente al mismo tiempo. También puedes crear tus propias tradiciones: por ejemplo, un «chiste del día» o una «pausa de la risa» de cinco minutos.

Un pequeño paso hacia una mejor asistencia

La risa no cuesta nada, pero puede cambiar un día cualquiera. Construye relaciones, promueve la salud y hace que cuidar sea más agradable. Apoyamos a los cuidadores que llevan calidez y alegría a los hogares. Te ponemos en contacto con familias que buscan no sólo experiencia, sino también un toque humano. Atena puede ayudarte a encontrar los cuidados o el trabajo adecuados, con una sonrisa.