Cada persona aporta su propia historia al trabajo. Alguien tiene más experiencia. Otro empezó a trabajar antes. Alguien aprende más rápido, otro necesita más tiempo. Pero eso no significa que alguien sea mejor. Sólo significa que somos diferentes. Cuando te comparas con los demás, olvidas tu propio camino. No te das cuenta de tus progresos y te centras en cosas que no te ayudan.

Céntrate en tu propio progreso

Recuerda dónde estabas hace un año. Piensa en lo que has aprendido desde entonces. Tu verdadera competencia es tu yo del pasado. Observa tu evolución. Anota tus éxitos, incluso los más pequeños. Date cuenta de cuánto has avanzado. Cuando veas tu propio crecimiento, ya no necesitarás compararte con los demás.

Las redes sociales pueden distorsionar

La gente comparte especialmente los mejores momentos en Internet. No muestran los días difíciles, los errores ni el estrés. Si te comparas con lo que ves en Internet, estás comparando toda tu vida con una selección de los mejores momentos de otra persona. Eso no es justo. En lugar de eso, tómate un descanso de las redes sociales o sigue a personas que te inspiren, no a las que te hagan sentir que te estás quedando corto.

Aprender de los demás sin competir

Puedes admirar las habilidades de tu colega sin sentirte inferior. Deja que eso te motive. Pregúntale cómo ha mejorado. Aprende de él. El trabajo en equipo no consiste en ver quién es mejor. Se trata de crecer juntos. No se trata de ganar en el trabajo. Sólo tienes que avanzar a tu propio ritmo.

Fija tus propios objetivos

Unos objetivos claros te dan dirección. Cuando te centras en tus propios planes, los éxitos de los demás no te hacen retroceder. Piensa en lo que significa el éxito para ti. ¿Es una nueva habilidad? ¿Un salario más alto? ¿Más tiempo libre? Tus objetivos deben coincidir con tus valores, no con los resultados de otros.

Celebra tus logros

Disfruta de lo que has conseguido. Incluso las pequeñas victorias son importantes. ¿Terminaste la tarea antes de tiempo? ¿Te ha dado las gracias tu supervisor? Estos momentos muestran tu progreso. No necesitas que los demás se den cuenta. Siéntete orgulloso de ti mismo. Así construyes tu autoestima y dejas de buscar el reconocimiento de los demás.

No puedes ver el cuadro completo

Nunca sabes por lo que está pasando la otra persona. Un colega que parece perfecto puede estar afrontando dificultades de las que tú no tienes ni idea. También él puede tener dudas. Todo el mundo se enfrenta a retos. Recuerda que en el trabajo sólo ves una pequeña parte de toda la historia.

Sed buenos los unos con los otros

No eres una máquina. No siempre tienes que sentirte fuerte y seguro de ti mismo. Es normal que a veces dudes de ti mismo. Sé paciente. Sé amable contigo mismo. El crecimiento lleva su tiempo. Compararte con los demás sólo te frenará.

En Atenas , sabemos que cada uno tiene su propio camino. Por eso nos centramos en el apoyo personal y el desarrollo profesional. Ayudamos a las personas a encontrar un trabajo en el que puedan crecer, sentirse valoradas y progresar a su propio ritmo. Deja que te ayudemos a dar el siguiente paso, sin presiones ni comparaciones innecesarias.