Joan Marques dijo una vez: «La emoción de la entrada dura un día. La emoción de dar dura toda la vida.» Si está cuidando a una persona mayor durante estas fiestas, no hay mejor regalo que ofrecerle los mejores cuidados y bonitos recuerdos. No te cuesta dinero. Todo lo que se necesita es un poco de reflexión y esfuerzo. Y aquí tienes algunas formas de hacerlo.
Planifique sus vacaciones de Navidad
No importa lo que hagas: siempre es más fácil si tienes un plan. Recuerda todas las conversaciones que has tenido con ellos. ¿Han mencionado alguna vez que quieren hacer algo o ir a algún sitio? ¿Quiere visitar a un familiar o amigo? Cuando se trata de regalos, lo más importante es la idea. No importa cuánto cueste algo, lo que importa es si pone una sonrisa en la cara de la persona.
Llena tus días de actividades divertidas
Intenta que participen en todas las actividades navideñas que les gustan. Puede ser hornear galletas o decorar el árbol de Navidad y el hogar. Ayúdales a elegir y envolver el regalo perfecto para sus hijos o nietos. Independientemente de la actividad que elijas, tiene que ser algo que les guste hacer. Obligarles a hacer tareas que no les gustan no les haría sonreír.
Cambia un poco su rutina
La mayoría de nosotros vivimos una vida bastante monótona. Imagínese lo mundanos que son los días de una persona mayor que no va a trabajar y sólo tiene unas pocas actividades entre las que elegir. Las vacaciones de Navidad son un buen momento para marcar la diferencia. Si son creyentes, puedes llevarlos a la iglesia. Pero si no lo son, hay muchos lugares bonitos que visitar: uno de ellos son los mercados navideños. También puedes invitar a algunos amigos o familiares. O, si le resulta más cómodo, visítelos. Y en caso de que no quieran salir o invitar a amigos, puedes ver lo que hay en la tele y elegir las mejores películas o series para ellos. Combínalo con un poco de ponche navideño o ponche de huevo si su salud se lo permite y no está tomando medicación que se lo impida. Y ya tienes la receta para una agradable y acogedora velada en casa.
Haz que esta cena de Navidad sea inolvidable
Puedes empezar preguntándoles qué solían hacer en Navidad. Si te atreves a desafiarte a ti mismo, puedes intentar reproducir los platos y el ambiente. Si te acompañan en la preparación, será aún mejor. El renacimiento de viejos recuerdos seguramente les hará felices. Y puede que hasta aprendas una historia interesante o una receta para una comida sabrosa.
Dar es recibir
Está demostrado que hacer feliz a alguien nos produce alegría. No sólo eso, dar incluso nos hace más felices que recibir. Pero no sólo se consigue alegría. Ganará mucho más si hace que la Navidad sea especial para la persona mayor a la que cuida. Si trabajas como cuidador, ese pequeño esfuerzo extra durante las vacaciones te aporta dos cosas muy beneficiosas. La primera es una referencia positiva. Cuando puedas demostrar que has hecho un gran trabajo, no tendrás problemas para conseguir un empleo mejor pagado. Normalmente, hay más candidatos para los mejores puestos. Las referencias siempre te dan ventaja sobre otros candidatos. El otro valor añadido es que has establecido una relación positiva con esa persona. Tratar con ellos será mucho más fácil a partir de ahora. Esto se debe a que no sólo le verán como un cuidador, sino también como alguien que realmente se preocupa por ellos, tal vez incluso como un amigo.
No olvide que cuando trabaja con nosotros, siempre tiene a alguien en quien confiar cuando las cosas no salen según lo previsto. No importa si se te ha quemado la cena de Nochebuena, no encuentras las luces del árbol de Navidad o tienes un problema grave: tu asesor y gestor designados estarán ahí si los necesitas, ¡incluso durante las fiestas! Nosotros en la sociedad Atena saben que no es fácil trabajar durante una de las fiestas más importantes. Por eso estamos aquí para usted, sin importar la hora ni el día del año.