La guerra en Ucrania fue inicialmente una guerra entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, eso cambió rápidamente. Hace algún tiempo se convirtió en un problema mundial. Los precios de la energía han subido mucho, junto con todo lo que conlleva. Más de doce millones de ucranianos han abandonado su país en busca de un lugar más seguro para vivir.
Los países europeos han recibido a los refugiados ucranianos con los brazos abiertos. Los gobiernos de diferentes países y los voluntarios les proporcionaron refugio, comida y todo lo que necesitaban para sobrevivir durante un tiempo. Lamentablemente, dada la crisis energética, los gobiernos no pueden ocuparse de los refugiados indefinidamente. Esto significa que los refugiados que quieren quedarse tienen que empezar a cuidar de sí mismos.
¿Cómo afecta esto al mercado laboral?
La respuesta corta a esta pregunta es «positivamente«. Y positivo en muchos sentidos. En primer lugar, muchos países obtendrán la mano de obra necesaria para puestos que antes no podían cubrirse. Nos guste o no, hay trabajos que nadie quiere hacer por el tipo de trabajo que se realiza o por la menor remuneración. Sin embargo, este tipo de trabajos son un gran comienzo para cualquier refugiado. Estos puestos no suelen requerir competencias especiales ni conocimientos avanzados de la lengua local. Lo mejor es que es una situación en la que todos ganan. Los refugiados conseguirán un trabajo que les ayude a empezar una nueva vida. Los empresarios obtendrán la mano de obra que tanto necesitan. Además, los empresarios pagan más impuestos, lo que hace que haya más dinero en la economía del país.
Nuevas vacantes y más trabajo
Con el tiempo, muchos refugiados querrán ascender en su carrera profesional, por lo que tendrán que traducir sus diplomas. Muchos de ellos tendrán que aprender el idioma local. Esto traerá consigo oportunidades de trabajo para profesores y traductores.
Por otro lado, no todo el mundo necesita construir una carrera desde cero, por ejemplo, las personas antes de la jubilación. Si estas personas trabajan en una fábrica, necesitarán un coordinador que hable tanto la lengua local como el ucraniano. Esto, a su vez, abre nuevas oportunidades para los refugiados motivados que estén dispuestos a aprender y crecer profesionalmente.
Contribución personal
No debemos olvidar por qué hay refugiados en toda Europa. Están corriendo por sus vidas. Buscan un lugar seguro para criar a sus hijos. Si hay una forma de ayudarles, ¡hagámoslo! Y como siempre es mejor predicar con el ejemplo, en Atena están tratando de hacer precisamente eso. Hemos proporcionado alojamiento a 60 personas. Y como éste es sólo el primer paso, trabajamos activamente para ayudar a todos a encontrar el trabajo más adecuado.