En los Países Bajos han tenido una idea innovadora para crear un concepto de pueblo modelo para personas mayores. Se llama Hogeweyk. Gracias al proyecto, los pacientes que padecen la desagradable enfermedad pueden seguir llevando una buena calidad de vida dentro de la comunidad. Este complejo se asemeja más a una vida normal en un pueblo o barrio urbano clásico que a un sanatorio médico o residencia de ancianos, lo cual es muy beneficioso para las personas mayores con demencia.
Las ideas sobre la creación de un pueblo único ya estaban en el pasado
Este espacio único situado en Weesp se concibió como un centro especializado para personas mayores que padecen la enfermedad de Alzheimer. Las ideas iniciales de poner en marcha este proyecto único surgieron hace treinta años. La idea surgió en la cabeza de la dirección de un centro de atención a personas mayores. Las puertas de Hogeweyk se abrieron por primera vez en 2009, precedidas de una minuciosa investigación. La idea que subyace en todo el complejo del pueblo ficticio es evocar la sensación de vivir en un pueblo o ciudad normal. La zona tiene una superficie de más de 16.000 metros cuadrados y consta de 27 casas. En una de ellas viven siete pacientes. En la actualidad, la Aldea acoge a unos 180 ancianos con demencia grave.
A primera vista, un pueblo como cualquier otro
La ventaja es que el concepto evoca una sensación de libertad en sus habitantes. Pueden ir a donde quieran, a elegir entre restaurantes, supermercados, parques o clubes sociales, incluso al teatro. Hogeweyk se asemeja a un pueblo o ciudad clásica, con calles, patios y plazas, no se notaría la diferencia a primera vista. Los autores de la instalación afirman que los pacientes que viven aquí son más felices. Viven una vida más plena y significativa que la que tendrían que pasar en una residencia de ancianos estándar. Aunque este proyecto da la impresión de ser un pueblo corriente, hay un personal de enfermería cualificado con una gran experiencia y siempre dispuesto a ayudar las 24 horas de la semana. Sin embargo, los trabajadores van vestidos con ropa normal, no con ropa médica blanca especial. Conocen muy bien el estado de salud de cada anciano. Cuidan de los ancianos al tiempo que les hacen la vida más agradable, yendo al teatro, de compras o de paseo con ellos. Aproximadamente 250 cuidadores trabajan en todo el complejo.
Da la impresión de una vida ordinaria en comparación con el pasado
El diseño y la construcción del pueblo ficticio costaron 19,3 millones de euros, con una aportación de 17,8 millones del gobierno holandés. El resto de la financiación procedía de organizaciones locales y patrocinadores. Sorprendentemente, una estancia en este complejo único cuesta aproximadamente lo mismo que en un centro tradicional o una residencia de ancianos. El innovador centro beneficia la salud mental de los pacientes, que pueden hacer vida normal, pero el sistema también repercute positivamente en su forma física, que mejora notablemente. La prueba es que los clientes toman menos medicación, disfrutan más comiendo y viven más. Además, viven en una comunidad de amigos, donde pasan tiempo juntos y realizan diversas actividades de interés. Aquí encuentran integridad social y humana y se les da libertad, intimidad e independencia. Gracias a este centro especial, los pacientes con demencia tienen la oportunidad de llevar una vida lo más normal posible.
Es una inspiración para los demás
Los fundadores de este interesante concepto también han creado Be Advice, una institución que asesora a otros gobiernos, instituciones sanitarias y empresarios sobre cómo podrían ellos también poner en marcha un proyecto similar para que las personas que sufren demencia vivan cada vez mejor. Y el éxito no se hizo esperar. Países como Alemania, Italia, Noruega y Australia han seguido el modelo de pueblo de Hogeweyk. En Francia , construyeron un lugar casi idéntico, el pueblo de Alzheimer de Landais, en Dax. Aquí los mayores encontrarán una biblioteca, un gimnasio y una peluquería. El municipio holandés y estos otros conceptos, encabezados por Francia, sirven de inspiración para la creación de este tipo de ciudades enfermeras.
El concepto tiene un efecto positivo en el estado de los mayores con demencia
Varios expertos coincidieron en el impacto positivo y los beneficios de la instalación construida en los Países Bajos, aunque también se alzaron voces críticas. Los críticos dicen que evoca una imagen falsa del mundo, pero los expertos creen que es un entorno seguro y apropiado para las personas mayores que deben convivir con un diagnóstico difícil y desafiante. Según el neurólogo Jean-François Dartigues, gracias al proyecto los pacientes pueden estimular su cerebro cada día y funcionar dentro de una rutina diaria normal, lo que forma parte y es el objetivo del tratamiento de esta insidiosa enfermedad. La aparición de una plaza de enfermería extraordinaria es un paso excepcional, notable y pionero en la prestación de cuidados de enfermería. Es una solución adecuada para garantizar una vida segura, plena y digna hasta el último momento a las personas mayores con demencia. La aldea les permite llevar la vida de una persona corriente como la que llevaban antes de enfermar y, en comparación con sus compañeros sanos, no corren el riesgo de ser marginados.
Atena ve este concepto de pueblo modelo como una idea original y muy beneficiosa que puede ayudar a las personas mayores con demencia a vivir una vida mejor y más feliz. Creemos que la construcción de Hogeweyk es una gran inspiración para otros países donde podría hacerse realidad.