Durante la pandemia, la digitalización se convirtió en un tema central tanto en la vida profesional como en la privada. Internet ha permitido a las personas estar conectadas con su entorno y mantener, al menos parcialmente, una vida social. Pero, sobre todo, para trasladar el trabajo de la oficina al hogar. Las 3 últimas recesiones de los últimos 30 años han demostrado que el mercado laboral se ha recuperado de la crisis gracias a una mayor automatización de la producción. Según un estudio realizado por científicos de la Universidad de Cambridge, un escenario similar se producirá tras la pandemia de COVID-19.

Un estudio de la Universidad de Cambridge demostró que hasta el 88% de los puestos de trabajo estaban automatizados de alguna manera. Son los sectores afectados, como. La industria, tras la crisis, pone más énfasis en la tecnología y en una mano de obra más cualificada. Los empleos poco cualificados son especialmente vulnerables a la automatización. En consecuencia, según los expertos, las tecnologías digitales pueden aumentar las divisiones sociales y ser una fuente de malestar en los próximos años.

La Federación Internacional de Robótica informa de que la producción y las ventas mundiales de robots industriales han aumentado un 114% en los últimos 6 años. Para 2021, se espera que el mercado de robots crezca un 14% anual, con lo que la producción alcanzará los 600 mil robots anuales. A principios del milenio, se producían alrededor de 80 mil al año. En 2018, la media de robots en Europa fue de 106 por cada 10.000 trabajadores en el sector industrial. Había 91 robots en Estados Unidos y 75 en Asia.

Actualmente, la media mundial es de 85 robots por cada 10.000 empleados. Alemania está a la cabeza de la robotización en Europa, con tres veces más robots en la producción industrial al año que en Eslovaquia. Los trabajadores que ocupan puestos de trabajo, los empleados de los centros de llamadas o los dependientes o cajeros de los comercios minoristas y mayoristas se están quedando en el camino, siendo sustituidos poco a poco por las cajas de autoservicio.

Por otra parte, en muchos ámbitos, las nuevas tecnologías complementan a los trabajadores o aumentan su productividad en lugar de sustituirlos por completo. Además, el ahorro derivado de la automatización en algunos sectores puede, a su vez, abrir espacio para nuevos puestos de trabajo en el futuro, incluidos los que hoy ni siquiera podemos imaginar.

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En el futuro, los fabricantes de automóviles también invertirán en aplicaciones de montaje final. Los proveedores de piezas de automóviles, un gran número de los cuales son PYMES, son más lentos en la automatización total. Los robots serán más pequeños, más adaptables, más fáciles de programar y menos costosos.