Tras el Brexit, que esperamos por segundo año en la Unión Europea, habrá grandes cambios en el funcionamiento del comercio común, la circulación de personas, bienes y servicios. ¿Se beneficiarán los empresarios del Brexit? ¿Cuáles son los aspectos negativos y positivos de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea?

Un Brexit duro, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) sin acuerdo, afectaría más al mercado laboral de Malta, Irlanda, Bélgica y Eslovaquia, según un nuevo estudio. Estos países mantienen un intenso intercambio de bienes y servicios con Gran Bretaña. El Reino Unido importa alrededor del 38% de sus alimentos, y la UE representa una gran proporción de las importaciones de alimentos. Sin embargo, esta apertura pronto llegará a su fin.

La agricultura será la más afectada por la salida de Gran Bretaña de la UE

Según un estudio de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), se ha demostrado que la posible salida del Reino Unido de la UE tendría consecuencias fatales para la economía de toda Europa. Hasta 1,2 millones de personas que actualmente trabajan allí podrían perder su empleo a causa del Brexit. Como el mercado europeo está tan fuertemente entrelazado, el Brexit nos afectará a todos. Un Brexit duro afectaría a diferentes sectores en diferentes países. Por ejemplo, la agricultura sería la más perjudicada en Brasil y Bulgaria, la industria del automóvil en Alemania y la República Checa, y el comercio minorista y mayorista en Bélgica y Austria.

EFECTOS NEGATIVOS DEL BREXIT EN LAS EXPORTACIONES DE LA UE (fuente: Funcas)

«En el mundo globalizado de hoy, cabe suponer que si hubiera escasez de ciertos tipos de bienes, el espacio de mercado se llenaría en la mayoría de los casos muy rápidamente con una oferta competitiva, ya sea de los países miembros de la UE o de las importaciones preferenciales.»

– Portavoz del Ministerio de Economía

El mercado único europeo se basa en el principio de la libre circulación de mercancías, personas, servicios y capitales. Cuando Gran Bretaña abandone la UE, el acuerdo dejará de aplicarse. Su marcha desencadenará una cadena que probablemente se prolongará durante varios años y que nos afectará gradualmente a todos. La paradoja es que el Brexit afectará al mercado laboral y a los propios británicos. Según un estudio belga, más de medio millón de ellos podrían perder su empleo. Por supuesto, esto tendrá un impacto significativo en otros países europeos también. Unos 291.000 alemanes, 141.000 franceses, 139.000 italianos y 122.000 polacos podrían perder sus empleos. Por supuesto, la salida de Gran Bretaña de la UE traerá consigo una serie de problemas.

Más de 1,2 millones de personas perderán su empleo

Muchos analistas prevén que el desempleo en Gran Bretaña, que actualmente ronda el 5%, el nivel más bajo en 10 años, aumentará tras la salida de la UE. La desaceleración económica también tendrá un impacto negativo en los salarios. El Instituto Nacional de Investigación Económica y Social de Gran Bretaña ha pronosticado que los salarios reales serán entre un 2,2% y un 7% más bajos tras la salida de la UE en 2030 que si Gran Bretaña hubiera permanecido en el bloque. Esto contrasta con las afirmaciones de los partidarios del Brexit, que han argumentado que el mercado laboral será más dinámico tras la salida de la unión si no se ve obstaculizado por la normativa europea.

PÉRDIDAS PREVISTAS (fuente: Funcas)

El referéndum también se vio afectado por la crisis migratoria ocurrida en 2016. Alemania quería abordar las cuotas y la crisis migratoria mediante un plan de acción UE-Turquía. Esto supondría la admisión voluntaria de inmigrantes procedentes de Turquía. La cuestión de la salida de Gran Bretaña de la UE también se ha convertido en un problema, ya que, según las estadísticas, el Reino Unido recibe más inmigrantes al año que cualquier otro Estado miembro de la UE (incluida Alemania). Incluso antes del anuncio oficial del referéndum, los bancos extranjeros con sucursales en Londres comenzaron a calcular su traslado a otra capital europea.

«En este momento, los trabajadores del extranjero constituyen una parte importante de la economía británica y el mercado laboral está ávido de nueva mano de obra. Salvo que se produzca una recesión catastrófica, no habrá mucho interés en crear problemas a los empleados actuales, sea cual sea el escenario».

– Analista del Instituto de Análisis Económico y Social

En caso de un Brexit duro, el Reino Unido perdería más de 1,2 millones de trabajadores de toda la Unión Europea que actualmente emplea. La medida supondría un enorme golpe para la economía británica, que podría tener consecuencias fatales.

Gran Bretaña como «tercer país»

Gran Bretaña también puede operar en el futuro como «tercer país» según las normas de la OMC (Organización Mundial del Comercio). Esto significa que establecería sus propias reglas en materia de política migratoria. En este caso, es probable que introduzcan algún tipo de sistema de puntos como el que tiene Australia y que el personal del extranjero sea contratado de forma prioritaria según su capacidad. La alternativa más probable es que los ciudadanos de la Unión puedan seguir trabajando en Gran Bretaña sin mayores problemas, pero no podrán obtener prestaciones sociales, por ejemplo. Se cree que la resistencia a los inmigrantes en este país se basa más bien en la reticencia a pagar estas prestaciones. Por otro lado, hay algunos trabajos que los británicos no están dispuestos a realizar, por lo que seguirán necesitando mano de obra del extranjero.

PÉRDIDA DE PIB POR LA «NO TRANSACCIÓN » (fuente: Funcas)

«El Brexit está creando incertidumbre para los inversores y repercutiendo en el crecimiento económico al retrasar o incluso desplazar geográficamente las decisiones de inversión y desarrollo. El impacto del Brexit es claramente negativo para Europa y su crecimiento económico,»

– Miembro del Consejo de Administración y Jefe de Gestión de Inversiones del DSS Poštová banka

La salida del Reino Unido de la Unión Europea parece inevitable, por lo que será nuestro trabajo aprovechar al máximo esta oportunidad y tratar de maximizar los impactos positivos en la economía. Al mismo tiempo, será necesario minimizar los inconvenientes de la salida del Reino Unido de la Comunidad Europea. Las empresas británicas se verán así obligadas a reubicar su producción y sus operaciones para seguir siendo competitivas. De este modo, será un eminente interés de las empresas británicas establecer oficinas en Europa. Tras la salida de la Unión, los parámetros de la migración permanecerán inalterados y no habrá un aumento de la flexibilidad normativa en el Reino Unido.