Como las personas pasan una parte importante de su tiempo en el trabajo, unas condiciones laborales satisfactorias son muy importantes para su bienestar psicológico. También pueden afectar a su rendimiento laboral y a su calidad de vida en general. El acoso laboral es, por tanto, un problema muy grave que puede afectar profundamente a la dignidad humana.

¿Qué es el mobbing?

Es una forma de discriminación, es decir, una conducta que crea un entorno intimidatorio, hostil, embarazoso, humillante, degradante u ofensivo y que puede tener como objetivo interferir en la libertad de una persona.

A menudo se trata de un comportamiento de comunicación negativo y poco ético dirigido contra un individuo por una o varias personas. El objetivo es deshonrar o expulsar a la persona afectada del entorno laboral. Los ejemplos más comunes son, por ejemplo Señalar los errores, intimidación, distribución inadecuada de las tareas entre los compañeros, desaprobación de las vacaciones, horas extras forzadas, control excesivo, apropiación de las ideas del subordinado, obstrucción de la promoción profesional o amenaza de despido.

Donde hay una víctima, hay un agresor

¿Cómo es posible que el mobbing sea experimentado mayoritariamente por algunas personas y no por otras? Muchas veces está en la actitud personal de cada uno. No puedes intimidar a alguien. Por eso es muy importante, en primer lugar, deshacerse del papel de víctima. Porque hay casos en los que una persona cambia de trabajo por acoso y las cosas van bien durante un tiempo en el nuevo. Sin embargo, al cabo de un tiempo, muchos se encuentran exactamente en la misma situación que en su antiguo lugar de trabajo.

El rasgo común es la diferencia con respecto a otros miembros del colectivo. Las víctimas son principalmente personas que:

  • se sienten solos (una mujer en un grupo de hombres o viceversa),
  • personas llamativas (por ejemplo, impedimento del habla),
  • éxito (por ejemplo, la promoción),
  • nuevo en el lugar de trabajo (los beneficios del cambio y la alteración de lo establecido).

Incluso en el caso de las personas que llevan a cabo el mobbing (los llamados mobbers), no podemos identificar con precisión al autor típico. Sin embargo, encontramos algunas características similares en ellos, como por ejemplo una tendencia al comportamiento agresivo. Es posible que sean arribistas que quieren alcanzar su éxito a costa de los demás. O son envidiosos, o los que ansían el poder y se exaltan sobre otros compañeros.

Si hay un incendio, el fuego no se apagará sólo porque cierres los ojos

Según las encuestas, alrededor del 17% de los trabajadores han sufrido acoso laboral. El mobbing se suele encubrir y ocultar, lo que hace que su impacto en la víctima sea aún más grave. Representa un enorme ataque psicológico, en el que el individuo se vuelve más inestable, más sensible hasta el punto de estar excesivamente ansioso. También puede manifestarse en forma de molestias físicas como insomnio, pérdida de apetito, migrañas, mareos o palpitaciones.

Cuanto más grande es la empresa, más diferentes son los estados de ánimo. Se trata de un proceso que supone un reto para mantener una cultura empresarial sana que fomente la comunicación abierta y las relaciones amistosas. Mantiene los valores morales y lleva a sus empleados al respeto y la consideración de los demás. Los comportamientos poco éticos suelen darse en empresas que no se preocupan por sus empleados y en las que hay una falta de liderazgo, organización del trabajo y disciplina general.

«El problema de la humanidad es que los sabios suelen ser cobardes, los valientes tontos y los capaces impacientes».

– Truman Capote