Mudarse a un nuevo país conlleva muchos retos. Uno de los sentimientos más comunes es la nostalgia. Puede que eches de menos a tu familia, tus amigos o tu entorno familiar. La nostalgia es normal. No significa que no puedas manejar tu trabajo o tu vida en el extranjero. El primer paso para afrontar este sentimiento es aceptarlo.

Mantente en contacto con casa

La tecnología facilita mantener el contacto. Las llamadas telefónicas o videollamadas regulares con familiares y amigos te ayudan a sentirte más cerca de casa. Compartir tus experiencias con tus seres queridos también refuerza tu apoyo emocional. Intenta establecer un horario para las llamadas telefónicas. Esto te dará algo que esperar.

Crea una rutina diaria

Una rutina diaria estable puede reducir la ansiedad. Actividades sencillas como preparar las comidas, hacer ejercicio o mantener un horario de trabajo crean una estructura. Las rutinas dan sensación de control. Ayudan a tu mente a centrarse en el presente en lugar de añorar el pasado.

Explora tu nuevo entorno

Explorar nuevos entornos puede reducir la sensación de aislamiento. Visita las tiendas locales, los parques y los lugares de interés cultural. Los pequeños descubrimientos harán tu estancia más agradable y te ayudarán a conocer tu entorno. Conocer a la gente del lugar también puede mejorar tus conocimientos lingüísticos y la confianza en ti mismo.

Conectar con los demás

Hacer amigos en un país nuevo ayuda a combatir la soledad. Habla con vecinos u otros cuidadores. Únete a grupos sociales o comunidades online para personas de tu país de origen. Compartir experiencias con otras personas que entienden tu situación puede ser muy reconfortante.

Cuida tu mente y tu cuerpo

La salud física y mental están relacionadas. Haz ejercicio, come sano y duerme lo suficiente. Practicar la atención plena o llevar un diario puede ayudarte a procesar las emociones. Cuando te sientes físicamente fuerte, afrontar la nostalgia es más fácil.

Establece objetivos personales

Céntrate en los pequeños éxitos cotidianos. Aprender una nueva habilidad o perfeccionar un idioma puede darte una sensación de progreso. Celebra cada éxito. Este enfoque positivo aleja tu atención de la nostalgia y la dirige hacia el crecimiento personal.

Recuerda tu objetivo

Fuiste al extranjero para marcar la diferencia y ganarte tu futuro. Mantén tus objetivos en mente. Recuérdate a ti mismo que los retos son temporales y forman parte del viaje. Cada día en el extranjero aporta nuevas experiencias, resiliencia y confianza.

Atena te apoya en todo momento

En Atena comprendemos lo difícil que puede ser adaptarse a un nuevo país. Apoyamos a nuestros cuidadores antes y durante su estancia. Desde consejos para instalarse hasta responder a preguntas sobre la vida cotidiana, estamos aquí para ti. Con Atena, nunca estarás solo en tu viaje al extranjero.