La demencia es una grave enfermedad neurodegenerativa que afecta especialmente a las personas mayores y repercute profundamente en sus vidas, cambiándolas de raíz. También interfiere en el funcionamiento de los familiares, ya que no es fácil convivir con las personas con demencia. Requieren supervisión y atención permanente . En los últimos años, ha habido controversia sobre si el desarrollo de la demencia se debe a factores genéticos o está más relacionado con el estilo de vida que lleva el individuo.
La edad influye
Hasta 50 millones de personas padecen demencia en la población general. Es una enfermedad relacionada con la edad. Afecta a una de cada 20 personas mayores de 65 años y hasta el 30% de los mayores de 80 padecen demencia. Existen varios tipos, el más común es la enfermedad de Alzheimer. Según los expertos, las personas con predisposición genética tienen hasta tres veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad que otras personas. Investigadores de la Universidad de Exeter (Inglaterra) realizaron un experimento en el que observaron a una muestra de unas 200 000 personas. Tenían 60 años o más y no presentaban síntomas de demencia en ese momento.
Al cabo de ocho años, el 1,8% de los que tenían predisposición genética a la demencia y llevaban un estilo de vida poco saludable desarrollaron realmente la enfermedad. En las personas con bajo riesgo y estilos de vida saludables, sólo el 0,6% desarrolló demencia. En el grupo en el que analizaron a personas con una alta probabilidad de desarrollar demencia y buenos hábitos, el porcentaje que contrajo demencia fue del 2%, en el grupo con hábitos poco saludables fue del 2%.
Un estilo de vida sano es importante
Un estilo de vida saludable puede marcar una gran diferencia y, gracias a él, la aparición de la enfermedad puede revertirse a pesar de la genética. La demencia puede combatirse con una dieta sana y equilibrada rica en vitaminas, minerales, fibra y ácidos grasos omega-3, ejercicio, dormir lo suficiente y eliminar el alcohol y el tabaco. Una de las formas de prevenir la enfermedad es ejercitar el cerebro . Es cierto que ni siquiera un estilo de vida saludable puede evitar por completo la enfermedad, pero reduce el riesgo en cierta medida. También influyen en la aparición de la demencia factores como un menor nivel educativo (de hecho relacionado con el entrenamiento cerebral), el tipo de ocupación (influyen las exigencias mentales del trabajo), la situación social, el sexo (las mujeres se ven afectadas con más frecuencia que los hombres) y las enfermedades crónicas (hipertensión o diabetes).
Demencia y problemas de memoria
La demencia se caracteriza por ser un trastorno de la memoria y la función cognitiva. Afecta al aprendizaje, la orientación, el pensamiento abstracto, la percepción visual-espacial y la toma de decisiones. Limita a la persona en su funcionamiento normal y en la realización de actividades básicas. La manifestación principal y más conocida de la demencia son los problemas de memoria y su pérdida gradual. Se produce una pérdida de células nerviosas y conexiones debido a cambios degenerativos en los tejidos del cerebro. Los síntomas de la demencia pueden empeorar rápidamente y suele ser una enfermedad progresiva. Pero es individual de persona a persona, en algunas personas la fase inicial de la enfermedad dura más tiempo, en otras la enfermedad progresa muy rápidamente.
Deterioro gradual
La demencia empieza sutilmente, por lo que ocurre que los familiares no se toman en serio los primeros síntomas y los atribuyen al envejecimiento. En las primeras fases, la enfermedad se acompaña de manifestaciones: los pacientes no recuerdan lo que ponen, no pueden desplazarse por lugares que conocen bien, olvidan tomar su medicación, se equivocan de nombre, son incapaces de realizar actividades cotidianas como cocinar. No recuerdan lo que ocurrió en un corto periodo de tiempo, pero sí los acontecimientos de hace unos años. Más tarde, aparece la desorientación en el espacio. Los enfermos no saben dónde están y a menudo huyen de casa. En una fase avanzada, se produce incluso un cambio de personalidad. Los pacientes pueden volverse agresivos porque están confundidos sobre su enfermedad.
La demencia es insidiosa
A veces puede resultar difícil comprender a una persona con demencia, pero ésta no es responsable de las manifestaciones de su enfermedad y no puede controlarlas. La demencia es una enfermedad insidiosa. Es incurable, pero puede ralentizarse con medicación. Para una familia puede ser difícil aceptar que su ser querido ya no volverá a ser el mismo. Es importante ser solidario y ofrecer una atención de calidad que suponga un alivio para la familia y garantice la satisfacción del paciente y su familia. Nuestra empresa cuenta con suficiente personal empático y fiable que tiene experiencia en este diagnóstico y puede proporcionar una atención adecuada.