La diabetes es una de las enfermedades crónicas más comunes entre las personas mayores. Según un estudio reciente realizado en Estados Unidos, casi el 25% de las personas mayores de 65 años padecen diabetes. Los casos no diagnosticados representan otro 4,7%. Si piensa trabajar como cuidador, es probable que se encuentre con una persona mayor con diabetes. Esta enfermedad crónica requiere atención suficiente y cuidados proactivos. Comprender los fundamentos del tratamiento de la diabetes le dotará de los conocimientos necesarios para proporcionar un apoyo eficaz y garantizar el bienestar de las personas mayores a su cargo. Y mientras mantengas un enfoque proactivo y gestiones la enfermedad con cuidado, no tienes de qué preocuparte.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes se caracteriza por la incapacidad del organismo para regular los niveles de azúcar en sangre. Existen dos tipos principales: tipo 1 y tipo 2. Diabetes El tipo 1 se produce cuando el organismo produce cantidades insuficientes de insulina, la hormona que controla los niveles de azúcar en sangre. Diabetes El tipo 2 se produce cuando el organismo tiene dificultades para utilizar la insulina de forma eficaz.
La importancia de la prevención
La atención preventiva es la clave para controlar la diabetes, especialmente en las personas mayores. Fomentar un estilo de vida saludable y adoptar un enfoque proactivo puede mejorar su forma física general. Una de las cosas más importantes que hay que controlar son los niveles de azúcar en sangre. Es una tarea sencilla que cualquiera puede hacer. Consiste en utilizar un glucómetro para obtener una pequeña gota de sangre, normalmente mediante un pinchazo en el dedo, y analizar los resultados. Este procedimiento de bajo impacto ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre y permite ajustar a tiempo la medicación, la dieta o el nivel de actividad.
En la tabla siguiente puede ver un desglose sencillo de los resultados que se obtienen midiendo el azúcar en sangre. Si la cifra que obtiene está representada en la parte roja del gráfico, debería plantearse ponerse en contacto con su médico. Otra cosa que debe tener en cuenta es que a veces los medicamentos pueden hacer que su nivel de azúcar en sangre sea demasiado bajo. Esto se conoce como hipoglucemia. Se caracteriza por niveles de azúcar en sangre inferiores a 4 mmol/l o 72 mg/dl. Si la glucemia de una persona mayor cae por debajo de este nivel, debe consumir rápidamente una pequeña cantidad de azúcar o carbohidratos. Si su nivel de azúcar en sangre no aumenta, debe ponerse en contacto con su médico lo antes posible.
Otras formas de controlar la diabetes
- Dieta equilibrada: Los mayores deben asegurarse de mantener una dieta equilibrada que incluya cereales integrales, proteínas magras, frutas, verduras y grasas saludables.
- Reducir al mínimo los alimentos azucarados y procesados favorece la estabilidad de los niveles de azúcar en sangre.
- Ejercicio regular: anime a los mayores a realizar actividades físicas adecuadas a sus capacidades, como caminar, nadar o practicar Tai Chi. El ejercicio regular mejora la sensibilidad a la insulina y la salud cardiovascular.
- Medicación y control: Ayude a los mayores a tomar los medicamentos prescritos según las indicaciones.
- Cuidado de los pies: debido a los posibles daños en la circulación sanguínea y los nervios causados por la diabetes, los mayores necesitan un cuidado adecuado de los pies. Asegúrate de que llevan un calzado cómodo y bien ajustado y ayúdales a mantener una buena higiene de los pies.
Administración de insulina
Un profesional sanitario debe encargarse siempre de administrar la inyección de insulina. Y, por supuesto, nadie te pediría que hicieras este trabajo si no estás cualificado para ello. La dosificación adecuada de la insulina y la técnica correcta de inyección requieren conocimientos y formación especializados. Los profesionales sanitarios tienen la experiencia necesaria para gestionar con seguridad este aspecto del tratamiento de la diabetes.
Consecuencias de la inacción
No tomar las medidas necesarias para controlar la diabetes en las personas mayores puede provocar complicaciones graves. Considera las posibles consecuencias:
- Problemas cardiovasculares: unos niveles de azúcar en sangre mal controlados aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, hipertensión arterial e ictus. Un control y una gestión cuidadosos de estos factores ayudan a prevenir daños a largo plazo.
- Daños nerviosos: Los daños nerviosos relacionados con la diabetes pueden causar entumecimiento, hormigueo y dolor en manos y pies. Estas sensaciones inusuales deben notificarse precozmente si queremos atajar posibles complicaciones.
- Problemas de visión: Un nivel elevado de azúcar en sangre puede dañar los vasos sanguíneos de los ojos, lo que puede provocar retinopatía diabética, cataratas o glaucoma. Las revisiones oftalmológicas periódicas permiten la detección y el tratamiento precoces.
- Cicatrización lenta: con la diabetes, la cicatrización de las heridas se ve afectada, lo que hace que los ancianos sean más propensos a las infecciones. Limpie y trate rápidamente cualquier herida o llaga y busque atención médica si es necesario.
En general, la diabetes no es tan temible siempre que se trate adecuadamente. Con los conocimientos adecuados, un enfoque proactivo y un seguimiento constante, la enfermedad puede mantenerse bajo control. Pero la diabetes no es ni mucho menos el único reto al que puede enfrentarse como cuidador. Por eso es importante tener a su lado al socio adecuado. Empresa Atena puede ayudarle no sólo en la búsqueda de un empleo adecuado. Le acompañaremos a lo largo del camino y le ayudaremos con cualquier problema que encuentre. E incluso si tu ayuda ya no es necesaria en el hogar donde trabajas, Atena estará a tu disposición para encontrarte otro lugar adecuado sin que tengas que volver a casa.