«Cuidar de quienes una vez nos cuidaron es uno de los mayores honores». Como dice Tia Walker, coach y autora de The Inspired cuidador ( Inspired Caregiver ). Sin embargo, por una u otra razón, los cuidadorno suelen ser suficientemente valorados por la sociedad o los pacientes.

No se puede hacer cambiar de opinión a todo el mundo. Pero, por otro lado, tu trabajo cuidadorserá mucho más fácil y agradable si la persona a la que cuidas te respeta. Pero esto no se consigue chasqueando los dedos o pronunciando unas palabras mágicas. Hemos elaborado una lista de tres formas de hacer que te valoren más en el trabajo.

Trabajo como cuidador. ¿Por qué mi paciente no me respeta?

En primer lugar, debemos entender que la valoración suele ser un proceso bidireccional. Si quieres que alguien te aprecie, primero tienes que darle una razón. Por desgracia, a veces no basta con hacer bien el trabajo. No sentirse valorado es algo habitual. Si no se hace nada para resolver el problema, puede incluso provocar depresión o burnout . Sin embargo, con un poco de paciencia y los siguientes consejos, es posible que puedas mejorar la situación considerablemente.

1. Comprender su punto de vista

Si una persona no te da las gracias cada vez que haces algo por ella, no significa que no te aprecie. Por ejemplo, una persona que padezca Alzheimer se concentrará sobre todo en sus problemas cotidianos. Por desgracia, algunas personas con dolencias similares ya no pueden pensar en expresar gratitud o se comportan de forma inadecuada. Intenta mirar a través de sus ojos y recuerda que la falta de gratitud verbal no significa que no te aprecien.

Si notas una sonrisa en sus labios cuando les sirves la comida o sientes que cada vez comparten más historias contigo, ten por seguro que has establecido una conexión. Si sigues construyendo sobre esa base, puede que empieces a recibir también alguna apreciación verbal. Pero incluso si no lo hacen, recuerda que sin duda aprecian lo que haces por ellos.

2. Demuestre su aprecio con su comportamiento

Lo mejor es predicar con el ejemplo. Deje que el paciente sienta lo agradable que es ser apreciado. Agradézcales cada pequeña cosa. Si traen su plato a la cocina o te ahorran un segundo de trabajo de cualquier otra forma, dales las gracias. Si se muestra excesivamente amable, puede llegar a incomodarles lo suficiente como para que le devuelvan el comportamiento. Pero hay que decirlo con sinceridad y seriedad. Hay una línea muy fina entre la excesiva cortesía y la pasividad-agresividad. Y probablemente no pasaría desapercibido si lo cruzaras.

3. Valórate

Realizas un trabajo importante que requiere mucha responsabilidad. Cuando nadie más lo hace, ¡hay que premiarse! Tu recompensa puede ser cualquier cosa que te guste. Puedes tomarte un buen café, comprar un sabroso pastel o cualquier otra cosa que te apetezca. Si tienes la paciencia suficiente, podrás multiplicar las recompensas. ¿Siempre ha soñado con visitar Tailandia u otro país? Haz tu trabajo durante tres meses y luego tómate unas vacaciones. Saber que hay una recompensa esperándote cuando terminas no sólo hace que el tiempo pase más rápido, sino que también te hace más productivo.

Consejo extra: ¡no lo hagas solo!

Todos sabemos que el trabajo de cuidadorsuele ser exigente. Hay ciertas cosas que no puedes hacer solo. Por eso es bueno tener a alguien a quien recurrir y en quien confiar. En colaboración con Atenou obtendrás mucho más que reconocimiento. Estaremos a su lado desde el principio hasta el final de la colaboración para asegurarnos de que todo va sobre ruedas.

¿Utiliza alguna de las técnicas que hemos mencionado? ¿Hay algo más que suela hacer para sentirse apreciado? Compártalo con nosotros en los comentarios.