La pérdida de apetito en las personas mayores es un problema complejo que requiere comprensión y paciencia. Hoy le presentaremos las causas de este problema y le ofreceremos consejos prácticos y útiles para los cuidadores.

Causas psicológicas de la pérdida de apetito

Los trastornos emocionales, como la pérdida de la pareja o de una mascota, pueden provocar estrés y disminución del apetito. Además, el aislamiento que sienten muchas personas mayores puede reducir el placer de comer y convertirlo en una tarea rutinaria.

La jubilación también puede alterar hábitos arraigados, como la alimentación regular. La incapacidad para realizar determinadas actividades debido a nuevas restricciones de salud también puede constituir un impedimento. Esto suele llevar a saltarse comidas o a comer de forma irregular.

El aspecto físico del problema

El envejecimiento embota de forma natural el sentido del gusto y el olfato, lo que hace que la comida resulte menos apetecible y reduce el apetito. Además, los innumerables medicamentos que se recetan a los mayores por problemas de salud suelen tener efectos secundarios, como cambios en el gusto o sequedad de boca, que pueden desanimarles a comer.

Por desgracia, eso no es todo. Desde problemas dentales hasta enfermedades graves como el Alzheimer, las dolencias físicas pueden dificultar y hacer desagradable el acto de comer. Dado que más del 80% de las personas mayores padecen al menos una enfermedad crónica y el 77% al menos dos, está claro que el control de las enfermedades crónicas es fundamental para abordar la pérdida de apetito en la tercera edad.

¿Cómo controlar la pérdida de apetito en las personas mayores?

Cada anciano es único. Y también sus necesidades. Sin embargo, hay algunas cosas que puede intentar y que le ayudarán en la mayoría de los casos.

  • Realce el atractivo de la comida: alegre las comidas con alimentos y guarniciones de colores para hacerlas visualmente atractivas. Experimentando con distintos sabores y texturas, también se puede averiguar qué le gusta más al mayor.
  • Fomentar las comidas sociales: comer juntos puede estimular el apetito y hacer que las comidas sean más agradables. Comiendo juntos se puede combatir en gran medida la soledad y su impacto en el apetito.
  • Respetar las preferencias alimentarias: prestar mucha atención a lo que le gusta y lo que no le gusta a la persona mayor. Preparar sus comidas favoritas puede aumentar significativamente su disposición a comer.
  • Ofrezca comidas más pequeñas y frecuentes: Las comidas copiosas pueden resultar abrumadoras. Ofrecer raciones más pequeñas a lo largo del día puede resultar más atractivo y menos exigente para los mayores.
  • Hidratación regular: la ingesta regular de líquidos es esencial. La deshidratación puede suprimir la sensación de hambre, por lo que es importante asegurarse de que los mayores beban lo suficiente a lo largo del día.

Nuestro papel en Atena

En Atena , somos conscientes de la complejidad de cuidar a las personas mayores, sobre todo cuando se trata de garantizarles una alimentación adecuada. Nuestra misión es poner en contacto a cuidadores que reúnan la combinación adecuada de aptitudes y empatía con familias que necesitan su apoyo. Si busca asesoramiento o necesita ayuda para encontrar asistencia para personas mayores, Atena es su recurso de asistencia. Juntos podemos mejorar el bienestar y la nutrición de las personas mayores a nuestro cargo.